- 22/11/2018

VACUNAS: LA REVOLUCIÓN DE LA SALUD MUNDIAL

VACUNAS: LA REVOLUCIÓN DE LA SALUD MUNDIAL

 

Debemos al médico inglés Edward Jenner el descubrimiento de la primera vacuna desarrollada en 1976 y que ha permitido a la humanidad protegerse con el tiempo y sucesivas investigaciones, de enfermedades contagiosas graves e incluso mortales.

Edward Jenner descubrió la vacuna de la viruela humana. Lo hizo al darse cuenta de que los ganaderos, concretamente quienes ordeñaban las vacas, sufrían una variante muy parecida de esta enfermedad, pero menos virulenta, llamada viruela bovina y que quienes la sufrían, no se contagiaban con la viruela humana, mucho más grave pues dejaba secuelas como la ceguera y un tercio de las personas que la padecían morían.

Jenner decidió tomar una muestra del material pustuloso de una mujer afectada por la viruela bovina e inocularlo en un niño de ocho años. Este niño sufrió durante dos semanas síntomas leves de la enfermedad. A los pocos meses de superarlos, le inoculó material infectado de una persona con viruela humana. El niño no sufrió síntoma alguno.

Jenner repitió este experimento con 23 personas más y al publicar sus conclusiones utilizó el término “vacuna” derivado de la palabra en latín “vacca”.

 

              

 

¿CÓMO ACTÚA UNA VACUNA EN EL SISTEMA INMUNE?

 Cuando un agente patógeno se introduce en nuestro organismo, el sistema inmune lo reconoce como una amenaza y comienza a combatirlo. En esa respuesta inmune se producen lo que llamamos anticuerpos o inmunoglobulinas, que son glucoproteinas específicas que reconocen a antígenos (o patógenos) específicos, es decir, cada anticuerpo específico reconoce a su antígeno específico. Cuando hay una segunda exposición a un agente patógeno, el organismo lo reconoce porque posee anticuerpos de recuerdo de la exposición anterior y así lo combate con mayor rapidez y efectividad sin llegar a desarrollar la enfermedad.

Las vacunas están constituídas por antígenos específicos de una enfermedad que estimularán nuestra respuesta inmune de manera menos agresiva que la infección natural y pueden contener:

-Microorganismos vivos atenuados: son patógenos capaces de reproducirse en el organismo pero causando una infección con síntomas mínimos. Es el tipo de vacuna que confiere una protección más a largo plazo y que necesita menos dosis de recuerdo. Es el caso de la vacuna de la fiebre tifoidea y del cólera, administradas por vía oral.

-Microorganismos muertos o inactivados: inactivados térmicamente o por contener sólo fracciones de los mismos, incapaces de reproducirse y por tanto, incapaces de provocar la enfermedad. Son vacunas más seguras pero requieren más dosis de recuerdo. Es el caso de algunas vacunas del meningococo y del neumococo.

-Toxoides: Se trata de toxinas producidas por las bacterias durante la infección, que son aisladas y detoxificadas. Es el caso de la vacuna del tétanos y la difteria.

 

 

¿DE DÓNDE SURGE EL DEBATE SOBRE: VACUNAS SÍ O NO?

 

Este debate existe prácticamente desde que existen las vacunas, pero se hizo más notorio cuando en 1998 un médico británico aseguró tener evidencias que probaban que la vacuna triple vírica (sarampión, paperas, rubéola), estaba vinculada al autismo. A raíz de la publicación de aquella afirmación en un medio de comunicación, se realizaron numerosos estudios y ninguno pudo ratificar dicha información, de manera que el artículo fue retirado formalmente.

También se estudió la relación entre un conservante utilizado en algunas vacunas, llamado tiomersal, con el autismo y posibles efectos neurotóxicos. Las conclusiones de este estudio publicadas en 2011 corroboraron la ausencia de relación entre ambos.

 

También se ha llegado a relacionar problemas de salud como la esclerosis múltiple o la diabetes con las vacunas. Pero si bien es cierto que las vacunas tienen efectos secundarios, la mayoría son leves y temporales y son vigilados por los organismos sanitarios internacionales correspondientes de manera exhaustiva a lo largo del tiempo sin que de momento, haya evidencia científica demostrada para tales afirmaciones.

 

Otro tema controvertido relacionado con las vacunas es si contienen tejido fetal procedente de fetos abortados. Cabe aclarar, que la vacuna de la rubéola se obtuvo cultivando líneas celulares humanas en 1960 procedentes de abortos legales, pero hoy en día, no se requiere tejido fetal nuevo para seguir fabricando dicha vacuna.

 

                     

 

 

¿POR QUÉ UN SÍ ROTUNDO A LAS VACUNAS?

Según la Asociación Española de Vacunación y el Comité Asesor de Vacunología de la Asociación Española de Pediatría podemos enumerar las siguientes razones para seguir confiando en las campañas de vacunación diseñadas desde la infancia y las recomendaciones del Ministerio de Sanidad en materia de Salud Pública y salud del viajero. Argumentos a favor:

 

  1. Mejoran de la esperanza de vida de la humanidad. La inmunización previene enfermedades, discapacidades y defunciones por enfermedades prevenibles mediante vacunación, tales como el cáncer cervical, la difteria, la hepatitis B, el sarampión, la parotiditis, la tos ferina, la neumonía, la poliomielitis, las enfermedades diarreicas por rotavirus, la rubéola y el tétanos.  La tasa mundial de cobertura de la vacunación se ha estancado en el 86%. Se calcula que si se mejorara la cobertura vacunal mundial se podrían evitar 1,5 millones de muertes.

 

  1. Elevado perfil de seguridad:la vigilancia de seguridad de cualquier fármaco, incluidas las vacunas, se mantiene desde el inicio de su desarrollo y mientras continúe comercializado.

 

  1. Efectividad: prueba de ello es la erradicación mundial de la viruela y la significativa disminución del número de casos de otras enfermedades como tétanos, sarampión o rubéola.

 

  1. Descenso de la mortalidad: se calcula que gracias a las vacunas se han evitado 6 millones de muertes a nivel mundial.

 

  1. Inmunidad de grupo: la elevada tasa de personas vacunadas constituye una protección eficaz sobre las personas no vacunadas, ya que se reduce la circulación de microorganismos patógenos y su contagio.

                                

¿QUÉ OTRAS PREOCUPACIONES PUEDEN SURGIR A LOS PADRES?

Como sabréis el calendario vacunal vigente incluye una gran cantidad de vacunas y algunos padres pueden pensar que quizá los bebés no están preparados o suficientemente desarrollados para soportar tantas vacunas. Pero lo cierto es que los bebés han demostrado una gran capacidad para desarrollar respuestas inmunológicas adecuadas. Además hay que recordar que la inmunidad adquirida de la madre sólo es temporal y no protege frente a enfermedades como la polio, hepatitis B o meningitis tipo B.

Otro consideración que queremos tener en cuenta es la duda sobre vacunar a niños con alergia al huevo. Debemos saber que algunas vacunas se cultivan en huevos de pollo. Durante la fabricación se consigue eliminar la mayor parte de la proteína de pollo. En un estudio se demostró que sólo el 5 % de los niños con alergia al huevo desarrollaron reacciones adversas leves tipo urticaria y la mayoría se resolvió sin necesidad de tratamiento. Sólo a aquellas personas con una alergia grave al huevo, que pueda comprometer la vida, se les recomienda no recibir vacunas de este tipo.

Por tanto, debemos recordar que los beneficios de la inmunidad adquirida con las vacunas superan extraordinariamente los riesgos de las infecciones adquiridas de manera natural y que los esfuerzos actuales de los organismos internacionales competentes como la OMS van dirigidos a mantener y aumentar la cobertura mundial en cuanto a vacunación, para así aumentar y mejorar la esperanza y la calidad de vida mundiales, respectivamente.