¿Qué es la piel atópica, cómo se produce y cómo tratarla?
La dermatitis atópica o eccema atópico es una enfermedad crónica que se caracteriza por presentar temporadas de brote y temporadas de remisión. Esta patología dermatológica es la más común entre los niños de los países desarrollados.
Los pacientes con piel atópica presentan una piel y unas mucosas más sensibles a las sustancias del entorno que el resto de personas. Cuando estas sustancias entran en contacto con el sistema inmunológico, éste reacciona de manera exagerada, dando picor, enrojecimiento y en ciertas ocasiones inflación en la piel.
El tratamiento de la piel atópica no solo consiste en medicación, es necesario seguir una serie de pautas para tener un tratamiento exitoso:
La ducha debe ser de 10 minutos como máximo y con agua tibia. Evitar los productos espumosos y utilizar jabones de limpieza Syndets, productos de limpieza sin jabón, ya que son más respetuosos con nuestro manto hidrolipídico de nuestra dermis.
Es muy importante después de la limpieza de nuestra piel mantener una correcta hidratación y nutrición de la piel con cremas y pomadas emolientes, destinadas especialmente al cuidado de la piel atópica, hidratar la piel dos veces al día sería lo ideal.
Mantener una limpieza en el hogar, es fundamental, ya que la piel atópica carece de los lípidos que forman la capa protectora de la piel y al estar menos protegida es una barrera de entrada para cualquier patógeno, en especial los ácaros del polvo, produciendo esa irritación, por lo que debemos mantener nuestra casa con el menor polvo posible, por ello debemos pasar la aspiradora todos los días, ventilándola además lo máximo posible.
Mantener la habitación a una temperatura entre 18 y 20 grados, ayudará a que el ambiente no sea muy seco y reseque nuestra piel, si hace falta mantendremos la humedad con un humidificador.
El exceso de sudoración puede agravar la enfermedad ya que un exceso de sudor, puede irritar la piel, por ello después de hacer deporte, la limpiaremos lo más pronto posible.
Utilizar prendas de algodón, evitar la lana y tejidos sintéticos.
Para los brotes más exacerbados se realizan tratamientos con corticosteroides tópicos. O cremas específicas para los brotes intensos.
Evitar el rascado, ya que podría provocar un agravamiento del brote y hasta incluso derivar en una infección de nuestra dermis.
Estudiar el entorno para detectar los factores desencadenantes de los brotes será esencial para estas personas.
Se debe mantener un correcto estilo de vida a largo plazo para mantener los brotes a raya.
Ante todo, saber que estamos ante una enfermedad multifactorial, es decir, ésta se da en nuestro cuerpo y es causada por diferentes factores.
Estrés: el estrés es uno de los mayores enemigos de este tipo de infecciones. Está comprobado que cuanto más estrés se manifieste mayor será el grado de afección y los brotes irán empeorando.
Exposición a alérgenos o sustancias irritantes.
Sudoración
Predisposición genética.
Alteraciones en la actividad de las enzimas que protegen la piel preservando la película hidrolipídica de la piel.
En resumen, en esta patología la piel es hipersensible a las sustancias del medio, se debe mantener una correcta hidratación de la piel, y, recuerda los tres síntomas principales: piel muy seca, picor e inflamación local.
¿Por qué se denomina atópica?
Se denomina “atópica” porque no afecta a un área específica de nuestro cuerpo, sino que suele afectar a partes diferentes y a varias zonas.
En concreto, esta afección se debe a la debilitación de la función de la barrera de la piel impidiendo que la piel absorba lípidos y retenga agua como debería, provocando sequedad y sensibilidad y suele ser crónica, aunque si la tratamos adecuadamente y la mantenemos controlada los síntomas pueden ser leves, tanto es así, que a veces suele desaparecer cuando se es adolescente.
Los síntomas más frecuentes y propios de la dermatitis atópica se deben sobre todo a una reacción en la piel, provocando picazón y enrojecimiento continuos. Normalmente las personas que tienen la piel atópica suelen ser más sensibles ya que su piel carece de proteínas básicas que ayudan al mantenimiento de la barrera protectora contra el agua.
¿Es fácil detectarla? ¿Cómo sé que tengo la piel atópica?
Existen diferentes formas de diagnosticar la dermatitis atópica. Como hemos comentado anteriormente, este tipo de afecciones de la piel se manifiestan de forma diferente en niños y en adultos, por ello la sintomatología tiene pequeñas variaciones dependiendo de la etapa de la vida en que aparezca:
Como la piel de los niños es más fina y sensible a los factores externos, es fácil reconocerla, suele aparecer en las primeras semanas de vida de los bebés. La forma en la que se manifiesta es a través de una piel seca con posibles brotes en la frente, mejillas, barbilla o piernas. A veces si está acompañado de picor constante puede impedir al bebe que duerma.
En los niñosmayores de dos años, se suele manifestar en forma de sequedad y enrojecimiento de la piel, sobre todo en los codos, las corvas, detrás de las orejas, tobillos, manos o muñecas.
En los adultos, las lesiones se producen en zonas distintas a la de los niños. Habitualmente aparecen en el cuello, la cabeza, los hombros y el pecho.
Al igual que en los bebés, la piel de los ancianos es también muy fina y sensible debido a que la piel contiene menos carga lipídica y por ello se encuentra más deshidratada. Los síntomas son más intensos.
Recuerda que el diagnóstico de piel atópica siempre debe corroborarlo un especialista.
Dexeryl es una crema desarrollada con el objetivo de proteger, aliviar y reparar todo tipo de pieles.
Su fórmula esta pensada para el tratamiento de los signos y síntomas de los estados de sequedad cutánea (xerosis) como la dermatitis atópica o ictiosis...
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Dexeryl de Ducray, es una crema hecha a base de vaselina, parafina y glicerol que permite hidratar la piel en profundidad.
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Aplicar una capa fina de la crema en la zona a tratar una o dos veces al día.
Bepanthol® Pomada Protectora es una emulsión externa oleosa que forma una capa protectora sobre la superficie de la piel, protegiéndola frente al contacto de sustancias irritantes a la vez que actúa de barrera evitando la pérdida de agua y proporcionando hidratación en zonas localizadas.
Todos los días, la piel lleva a cabo el milagro de protegernos de las agresiones del mundo exterior, pero el día a día puede perjudicar nuestra piel, que es sensible y necesitará de nuestro cuidado y atención para mantenerse sana.
• Contenido lipídico: que forman una barrera protectora que evita la deshidratación y aísla de sustancias irritantes.
• Pantenol (pro-vitamina B5): que favorece la regeneración natural de la piel.
Además, esta crema protectora no contiene perfume, ni colorantes ni conservantes y puede utilizarse con tanta frecuencia como sea necesario.
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Bepanthol® Pomada Protectora es una emulsión externa oleosa que forma una capa protectora sobre la superficie de la piel, protegiéndola frente al contacto de sustancias irritantes a la vez que actúa de barrera evitando la pérdida de agua y proporcionando hidratación en zonas localizadas.
Bepanthol® Pomada Protectora es una emulsión externa oleosa que forma una capa protectora sobre la superficie de la piel, protegiéndola frente al contacto de sustancias irritantes a la vez que actúa de barrera evitando la pérdida de agua y proporcionando hidratación en zonas localizadas.
¿Es posible tratarla? ¿Qué tratamientos son los más adecuados?
Lo más frecuente es que hayas buscado diferentes tratamientos para aliviarla. Es muy común que la dermatitis vuelva a aparecer (exacerbación) aunque los resultados sean positivos.
Detectar esta afección lo antes posible es importante a hora de poder encontrar nuestro tratamiento adecuado, pero no te desesperes, estás leyendo el blog adecuado. Ya nos conoces y, si no es así, te contamos algunos de los productos innovadores que trabajan y miman tu piel al máximo.
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